Aprovechando el estreno cinematográfico de la película dirigida por Steven Spielberg, apareció en el mercado patrio, bajo el auspicio de Ediciones B, Minority Report y otras historias, colección de relatos cortos de Philip K. Dick. El afán comercial de esta edición queda patente, además, por la inclusión, junto al que da título al volumen, de todos los cuentos escritos por el genio de Chicago llevados anteriormente con mayor o menor acierto a las pantallas de todo el mundo. Así, junto al excelente “El informe de la minoría”, se incluyen las historias que dieron origen a las películas Desafío total, El impostor y Asesinos cibernéticos.

Mezcladas con las anteriores, conviven otras cinco producciones cortas de Dick que, por sus distintas épocas de creación y una vez ordenadas cronológicamente, ayudan a seguir la carrera de un escritor de escaso repertorio estilístico (frases cortas, diálogos a mansalva) y temático (la sempiterna duda de la realidad), pero de inagotable imaginación cuando se trata de alimentar con argumentos variados e interesantes la repetitiva idea central. Es en esas historias que conforman el corpus de los cuentos donde encontramos claros signos de evolución en las inquietudes de Dick: los desarrollos argumentales sufren una transformación desde la duda de la percepción individual, desarrollada coherentemente, hacia el cuestionamiento narrativamente desequilibrado de la realidad global, cuyo máximo exponente, el esquizofrénico “La hormiga eléctrica”, locura solipsista abordada desde diferentes puntos de vista, carece de interpretación lógica.

El peculiar sentido del humor de Dick, presente en cuentos como “¡Oh, ser un blobel!” y “Juego de guerra”, o su interés por temas políticos, del que la distopía “La fe de nuestros padres” es un claro ejemplo, constituyen un claro indicio del afán del seleccionador por mostrar todos los aspectos de un escritor que, dada la adoración que últimamente despierta, se encamina aceleradamente hacia la inmortalidad. El libro cuenta también con la presencia de “Lo que dicen los muertos”, el cuento más largo del volumen, emparentado directamente con Ubik, una de las principales obras del autor.

Significativamente, la mayor calidad se presenta en aquellos relatos que han sido trasladados al celuloide en sus correspondientes versiones. “Minority report” y “Segunda variedad” constituyen elaboradas muestras del talento aún no contaminado de un temprano Dick. “Podemos recordarlo todo por usted al por mayor” guarda, incluso, alguna sorpresa inesperada para todos los fans de Desafío total, la película dirigida por el magistral Paul Verhoeven.

El conjunto de los cuentos y su trasfondo cinematográfico, humorístico, político o, como no, desquiciado, convierten a esta selección en una excelente primera toma de contacto con uno de los escritores más complejos que haya dado la ciencia-ficción literaria. Este libro es, ante todo, una buena oportunidad para conocer de primera mano la definición del término “dickiano”, apelativo que de seguir progresando en popularidad, pronto compartirá galones con calificativos más prestigiosos como kafkiano o dantesco.

Santiago L. Moreno