[ portada ] [ reseñas ] [ opinión ] [ artículos ] [ editorial ] [ nosotros ]
La ciudad de los muertos
La ciudad de los muertos
Francis Porcel
Col. Fangoria nº 2
Megamultimedia, 2001

Últimamente cada vez que me acerco a títulos de nuevos autores españoles me llevo muy gratas sorpresas. El cómic nacional está atravesando por una Edad Dorada por la gran calidad de sus autores consagrados y la proliferación autores noveles que, lejos de estar a la sombra de sus mayores, vienen con ganas de hacer oír su voz. La pena es que la industria del cómic todavía no esté a la altura de las circunstancias, salvo en honrosas excepciones.

Una de estas gratas sorpresas me la llevé con La ciudad de los muertos de Francis Porcel. Un cómic que recupera el género de aventuras, y lo recupera usando muchos de sus arquetipos, pero con una frescura y credibilidad admirables. En él nos encontramos con piratas, científicos paranoídes, rateros de poca monta, aviadores intrépidos, niños con ganas de aventuras, presos fugados en busca de un antiguo tesoro y máquinas capaces de resucitar a los muertos.

Cabe además destacar el marco en que se mueven los personajes, convirtiéndose éste en un personaje más de la obra. Porcel nos describe una ciudad portuaria, mezcla entre un Londres victoriano y una Venecia decadente, en cuyas aguas se encuentran sumergidos los restos de otra ciudad, más majestuosa e impresionante que la anterior, pero que se ha convertido en la necrópolis de la ciudad que se yergue por encima de las aguas.

Un cómic con la única pretensión de entretener y evadir, cosa que consigue sobradamente con persecuciones tanto aéreas como submarinas, abordajes y misiones desesperadas. Todo ello narrado con un ritmo vertiginoso que te arrastra a través de las viñetas. Pero este ritmo a su vez es el talón de Aquiles de la obra, ya que invade escenas donde habría que detenerse, recrearse en los detalles, mostrar la acción con un número mayor de viñetas, para conseguir la atmósfera deseada, la cual se diluye en un ritmo acelerado en demasía.

Pese a todo, es un cómic muy recomendable, que deja un muy buen sabor de boca y que hace que disfrutemos del cómic de aventuras como cuando éramos niños.

J. Fidel Insúa

[ portada ] [ reseñas ] [ opinión ] [ artículos ] [ editorial ] [ nosotros ]