Cine clásico y actual
Pantalla de Sueños
Daredevil
Mark Steven Johnson
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"Vive una noche eterna, pero la oscuridad está llena de sonidos y olores que otros hombres no pueden percibir. Aunque el abogado Matt Murdock es ciego, sus otros sentidos funcionan con una agudeza sobrehumana... ¡Su sentido del radar le guía a través de cualquier obstáculo! ¡Acecha en las calles de noche, rojo enemigo del mal!" Y no lo digo yo, lo decían las cabeceras de los cómics de Daredevil en los años 80.
Daredevil, Matt Murdock, siempre fue el hermano pobre de Spiderman en el mundo del cómic. Aventurero enmascarado, luchador contra la mafia que incluso se intercambia los villanos con el espectacular Trepamuros, nunca alcanzó el éxito hasta hace poco. Y es que Peter Parker era un joven con problemas en el instituto, con las chicas, con su familia, y nos encantaba reconocerle como nuestro alter-ego. Pero Matt Murdock era ciego, abogado (¿conocéis a alguien que haya empezado esa carrera y la haya acabado sin mirar ni un solo libro?), el personaje de tebeo que le podría gustar al juez Garzón de chico, pero no al adolescente que todos hemos sido. Pero de unos pocos años para acá, Daredevil es una serie que arrolla en EE.UU., quizá por sus historias más adultas, quizá por sus equipos creativos de renombre. Vamos, que comprobado el éxito de X-Men y Spiderman, la siguiente opción era Daredevil (además, los efectos especiales que valen para el lanzarredes, bien se pueden reciclar para nuestro diablillo ciego). Y cuando pensaron en una versión del personaje que poder adaptar a la gran pantalla, el artista elegido fue Frank Miller.
Para quienes no sepáis mucho de cómics, deciros que Frank Miller es un genio del comic como pocos ha habido. Rafa Marín ya dio buena cuenta de él acá en Bibliópolis con la reseña de su obra Ronin. Capaz de hacer un cómic adulto, duro y violento (pero sin el recurso de la violencia gratuita, y ahí su mérito), su Daredevil es "el definitivo". Miller, mejor que Stan Lee (su creador), supo darle una orientación que le distinguía del resto de los cómics, supo sacarle todo su jugo a la situación de abogado de Matt Murdock, y nos regaló uno de los secundarios más logrados de la historia del cómic: Elektra. A la hora de hacer esta película, Mark Steven Johnson ha tenido muy presente a Frank Miller. La película tiene un presupuesto digno, unas escenas de acción buenas, y unos actores que saben hacer su papel (el ejemplo de Kingpin es perfecto, y aunque sea negro uno lo identifica enseguida como el Kingpin del comic). Atrás quedan las versiones de Daredevil o Spiderman que veíamos en las teleseries (a Daredevil lo vimos aparecer en la de Hulk de los 70), con esos uniformes tan horribles. Particularmente, Daredevil (allí traducido como Temerario) era un tipo que vestía un traje negro, y llevaba una venda puesta en torno a los ojos (vaya, ¡con razón sus enemigos descubrían que era ciego!).
La película seguro que gusta al lector de cómic. Para empezar, el guión es puro Miller (puro refrito, mejor dicho), y a eso hay que sumarle los detallitos: la mayoría de los secundarios (desde los matones a los boxeadores) se llaman como guionistas o dibujantes de la serie (el boxeador contra el que lucha el padre de Matt Murdock en su último combate se llama John Romita, como el famoso dibujante de Spiderman; los matones Joe Quesada, Bendis, Mack... han sido guionistas y dibujantes de la serie en sus últimos años). En verdad, la película se puede dividir perfectamente en dos partes. Una, la primera y más larga, es genial. Nos presenta al personaje, su vida como ciego y como justiciero, e incluso nos deleita al contarnos su pasado con algunas escenas excelentes (genial cuando el joven Matt despierta en el hospital). También nos muestra cuando Elektra y Matt se conocen y cómo se enamoran. Tiene un ritmo muy bueno que mezcla acción, romance, humor...
La segunda parte es más breve, mucho más breve... y ahí radica su problema. La historia iba muy bien, pero de repente todo se acelera. Aparece Bullseye (la única caracterización horrible) y no se nos cuenta nada de él, peleitas y más peleitas, y un buen puñado de incongruencias, peleitas finales y la historia se resuelve a golpe de puñetazo. Una auténtica lástima, porque con un poco más de desarrollo la película habría sido excelente, pero al final acaba siendo una película de acción divertida, apta para fans. A ver si podemos conseguir ver alguna película de superhéroes que no sea pura adrenalina... aunque sabiendo que la próxima es X-Men 2 y Hulk, pocas esperanzas quedan. José Joaquín Rodríguez |
Nacionalidad: EE.UU.
