Hablar de
Falling supone hablar de uno de los juegos más atractivo y revolucionario de
los últimos años, y al mismo tiempo hablar de uno de los juegos más frenético,
descerebrado y sin sentido de estos últimos años. Por extraño que pueda
parecer, todos estos adjetivos representan virtudes, ya que Falling es, sin duda
alguna, uno de esos juegos de cartas que enganchan y permiten disfrutar una y
otra vez sin perder en ningún momento su frescura. Falling es a los juegos de
cartas lo que la microficción a la literatura: una aportación breve
e intensa, tan intensa que no es extraño que la partida termine entre gritos y
carcajadas mientras los jugadores se golpean unos a otros en un ataque de locura
incontenible.
Pero realmente, ¿qué es
Falling? Falling es un juego diseñado
en 1998 por James Ernest
para Cheapass Games, una casa de juegos especializada en productos compactos,
bien trabajados, desarrollados siempre con el precio final en el punto de mira .
En Falling los jugadores adoptan el rol de un suicida, un personaje anónimo que
acaba de saltar al vacío junto al resto de sus... digamos... contrincantes. Nos
encontramos en una situación surrealista: colgados en medio de la nada,
rodeados de media docena de personas, camino de una muerte segura. La lucha
entre los personajes se reduce a ser el último en alcanzar el suelo; es decir,
el último en morir de forma violenta. En esta situación resulta impresionante
ver al ganador de la partida celebrar su victoria con gritos, con los brazos en
alto, un instante antes de estrellarse él también contra el asfalto.
El punto fuerte de Falling es su concepto. Nos encontramos
con un juego de apenas un minuto
de duración, muy intenso y participativo, ideal para un instante mientras el
grupo decide cuál será el próximo juego de larga duración, o para rellenar
los tiempos muertos durante una convención ,
o para acercarse a espectadores ocasionales que no acostumbran a jugar y a los
que engancha con relativa facilidad
La mecánica es extremadamente sencilla, y depende en gran
medida de la habilidad que posea el jugador que reparte las cartas, pues de él
depende el ritmo y la velocidad del juego. Falling se juega en tiempo real, sin
turnos. Los jugadores van recibiendo cartas del repartidor y tratan de usarlas
para su beneficio o para entorpecer la labor de los contrarios. Cuando el mazo
se acaba, los jugadores llegan al suelo y mueren, uno por uno. La idea, por
tanto, es aprovechar las cartas que se reciben para evitar la llegada del suelo
en primer lugar. Existen cartas que modifican la forma en la que el repartidor
reparte -obligando a dar una carta más, o ninguna, a otro jugador o a uno
mismo- y otras que permiten modificar las cartas ya jugadas -robar una carta al
contrario, endosarle una, modificar el valor de las cartas sobre la mesa-. Sólo
existen en el mazo ocho tipos de cartas -el mazo está compuesto por cincuenta y
cuatro cartas algo más pequeñas que las de una baraja habitual-, por lo que
las reglas se aprenden rápido. Después, al ser un juego en tiempo real y
extremadamente rápido, no es extraño que se crucen las jugadas, que se
produzcan confusiones, y cartas que uno pretendía jugar en un lado terminen de
nuevo en la mano del jugador. Es labor del repartidor actuar como juez ante las
posibles disputas, y resolverlas siempre lo más rápido posible. Lo ideal es
contar con al menos cuatro jugadores -excluyendo al repartidor-, pero las
partidas más interesantes surgen con cinco o incluso seis.

Las ilustraciones de las cartas, obra de Brian Snoddy ,
encajan a la perfección con la temática y el espíritu del juego, lo que
representa otro punto a su favor. Es uno de los juegos mejor presentados de
Cheapass Games, y uno de los primeros en ser fabricados a todo color. James
Ernest sabía que Falling era una apuesta segura, sin duda. Sorprende que, al
contrario que otros juegos de Cheapass Games que también gozaron de relativo éxito,
esté descatalogado desde hace varios años sin que James Ernest se decida a
reimprimirlo.
En definitiva Falling representa
un soplo de aire fresco, un juego muy adecuado para cualquier reunión por su
sencillez y su brevedad, y que invita a ser jugado muchas veces sin perder nunca
la diversión de las primeras partidas. Una pequeña joya que no puede faltar en
cualquier ludoteca.
Enlaces:
Falling
en BGG
http://www.boardgamegeek.com/game/75
Cheapass
Games
http://www.cheapass.com
Todas las imágenes © Cheapass Games
Notas:
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Ludoteca
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