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Rafael MarínDVD
Visiones Digitales
Rafael Marín


Steven Spielberg
Minority Report

Minority Report

Créditos

Minority Report (2002)
Dirigida por Steven Spielberg
Guión de Scott Frank y Jon Cohen
Basada en el relato de Philip K. Dick
Protagonizada por Tom Cruise, Colin Farrell, Samantha Morton y Max von Sydow
Fotografía de Janusz Kaminski
Música de John Williams
Dos discos
Contenidos adicionales:
-Cómo se hizo
-Deconstruyendo Minority Report
-Escenas de acción
-Efectos especiales
-Entrevista con Steven Spielberg y Tom Cruise
-Storyboards
-Galería de fotos
-Notas de producción
-Biografía de los actores y director.
-Trailer original de cine
-Trailer del videojuego
Idiomas: Inglés, castellano (5.1 y 5.1 DTS).
Subtítulos: Castellano, inglés.
Menús: Castellano, inglés

La película

Minority Report

¿Steven Spielberg adaptando a Philip K. Dick al cine? La pregunta parecía obligada, y los resquemores (para algunos) también. Spielberg es injustamente condenado por quienes demandan un cine "duro" y Dick no es precisamente un autor que haga concesiones al lector. El resultado de semejante mezcla sólo podía ser un fiasco... o lo que es: una obra maestra.

Minority Report

Que Spielberg está nuevamente en racha y en los últimos años demuestra un pulso envidiable y una madurez narrativa que revelan su estado de gracia no es cosa nueva. Que se atreva a rodar películas a un ritmo trepidante (¿alguien sabe qué ha sido, por ejemplo, de James Cameron tras el chaparrón de oscars en Titanic –1999-?) podría ir en detrimento de la calidad externa de su trabajo. Pero no. Spielberg se rodea de un equipo técnico envidiable y él pone la guinda al pastel de esta historia que es no sólo la mejor transposición de los postulados dickianos en la pantalla (y que me perdonen las muy inteligentes revisiones apócrifas que puedan ser Pleasantville o El show de Truman), sino que no olvida en ningún momento su cualidad de cine espectáculo y donde se crea un mundo futuro tan plausible que en ocasiones nos parece que ya hemos estado allí.

Minority Report

La premisa de la historia, la conocen ya ustedes, encierra las típicas trampas y las inevitables paradojas de un tema que, ya desde Edipo (y es significativo que el personaje de Tom Cruise tenga que sacarse también los ojos), viene ineludiblemente ligado al mundo de la creación y a las dudas existenciales del ser humano: el destino. Envuelto en un deslumbrante paquete visual, este thriller tecnológico en el fondo sigue hablando de la libertad individual como contraposición a la seguridad colectiva, a la manipulación de los buenos propósitos para servir a otros fines que no tienen por qué ser necesariamente malvados, a cómo la línea que separa la ley del delito, el asesinato de la justicia es tan fina y tan neblinosa como ese futuro que podemos alterar o no según nuestras acciones.

Minority Report

Tom Cruise demuestra que viene envejeciendo bien y que, pese a alguna inevitable concesión al teen cool que un día fue, sabe elegir sus proyectos y sus directores. Su personaje de John Anderton hereda los matices de antihéroe de los grandes detectives del cine negro, la soledad de un Marlowe sin familia rendido a las drogas de diseño y que tiene como único refugio su trabajo. Heredero indiscutible del Dustin Hoffman con quien un día no temió medirse, la sombra de Marathon Man planea en múltiples ocasiones sobre su composición y sobre la película entera, igual que Con la muerte en los talones, film al que Spielberg no duda en hacer un homenaje al rodar la escena que Hitchcock no pudo justificar en su idea original: me refiero a la pelea en la fábrica de coches y la posterior huida de Cruise. Según confesó Hithcock a Truffaut en su indispensable entrevista, su intención fue arrancar la película con un largo plano donde el espectador es testigo de cómo se monta un coche para, al final, abrir la portezuela y descubrir que dentro aparece un cadáver. En la persecución de Cruise y la consiguiente pelea con Colin Farrell (que hereda un papel que, dice, rechazó con una miopía de juzgado de guardia Javier Bardem), Spielberg culmina el sueño del viejo maestro.

Minority Report

Especial importancia en la puesta en escena tiene la fotografía de Janusz Kaminski, gélida y despersonalizada, y los constrastes plásticos que indican los diferentes barrios y zonas de este Washington D.C. de dentro de medio siglo, una visión que lleva un paso más allá el concepto de "futuro usado". A escenas visualmente impactantes (esos coches magnéticos subiendo y bajando por los costados de los edificios, el encuentro de Cruise con los hologramas de su familia, la publicidad personalizada y atosigante, la batalla en el callejón con los otros miembros de Pre-Crimen, rodada in situ y de verdad) se añaden otros momentos de puro virtuosismo cinematográfico: el corte transversal al edificio mientras los robots arañas siguen con sus escaneos retinales (un juego de palabras que se pierde en castellano, pues en inglés hablan de EYE-dentification), la sinfonía que Cruise interpreta ante el ordenador para lucimiento de su capacidad de expresión corporal (de la que ya habíamos visto una buena prueba en Magnolia), o la cualidad cuasi-alienígena que Samantha Morton presta a su personaje de Agatha.

Minority Report

Con todo, pese a lo apabullante del escenario, lo mejor de la película son dos escenas de un lirismo intimista capaces de cortar la respiración: la huida de Anderton y Agatha por el centro comercial, y los estímulos que la precog va sintiendo a medida que van encontrando gente mientras suena la bellísima música de "Moon River".

Y, sobre todo, ese momento de pura magia en que Agatha cuenta a Cruise y a su esposa las lecturas de futuros posibles que hace de la casa familiar, y del hijo que ambos tuvieron y perdieron, de lo que pudo haber sido y al menos fue en un rincón de sus recuerdos, de los mundos alternativos de su informe en minoría.

Los extras

La versión en DVD se anuncia como "Edición Especial", aunque que yo sepa no existe otra. El segundo disco está dedicado a revelar los trucos de magia, como de costumbre, y a fingir que es fácil presentar un entramado semejante. Se echa en falta alguna entrevista ya emitida por las televisiones de pago con los muchos asesores de futuro de la historia (¡entre ellos Uri Geller!), y se agradece que el menú esté en castellano.


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