Créditos

Star Wars. Episodio I: La amenaza fantasma
Escrita y dirigida por: George Lucas
Producida por: Rick McCallum
Música de: John Williams
Intérpretes: Liam Neeson, Ewan McGregor, Natalie Portman, Jake Lloyd, Ian McDiarmid
Incluye:
Disco 1: Comentarios de George Lucas, Rick McCallum, Ben Burtt, Rob Coleman, John, Knoll, Dennis Muren y Scott Squires
Disco 2: Documental de escenas inéditas, documental de resumen de la producción, multiángulo de storyboards, animáticas y secuencias finales, cinco cortometrajes, doce documentales, vídeo musical, galería de fotos, pósters y campaña publicitaria, trailers y anuncios de TV, cómo se hizo el juego Star Wars: Starfighter, y contenido para DVD-Rom
Formato panorámico (16x9)
Castellano e inglés 5.1 EX
Subtítulos en castellano e inglés.

La película

Mi relación con La amenaza fantasma ha sido, casi desde un principio, de amor y odio al mismo tiempo. Amor, porque es una película que me gusta y con la que disfruto (y lo hago más con cada nuevo visionado). Y odio porque soy consciente de que un director un poco más hábil que Lucas podría haber hecho, con los mismos mimbres, un cesto infinitamente superior. Generalmente el nombre de Irvin Keshner, director de El Imperio contraataca, que sigue siendo la mejor de la saga, acude una y otra vez a mis labios, con algún recuerdo ocasional para la fallecida Leigh Brakett responsable de parte del guión de la misma película.

Así que cada vez que me enfrento al Episodio I de la saga de Star Wars no puedo evitar la irritación al ver cómo Lucas ha desaprovechado este o aquel detalle, ha contado demasiado pormenorizadamente acontecimientos que carecen de importancia o ha roto el ritmo de su película de forma deliberada para ofrecernos un desfile de efectos especiales. Pero luego, cuando la última de las letras de los títulos de crédito termina de desfilar por la pantalla y oigo respirar a Darth Vader, no puedo más que agitar la cabeza y reconocer que sí, que lo ha conseguido, que de nuevo me ha atrapado en su universo y que ha logrado que me crea su historia, aunque no sea gracias a sus habilidades como narrador sino a que ha sabido crear (o elegir a quien lo creara y luego supervisarle) una galaxia rica, detallada y llena de recovecos que uno apenas atisba y que son precisamente lo que aportan al escenario su credibilidad. Es decir, Lucas no ha sido capaz de contar bien la historia (o al menos de contarla todo lo bien que se merece) pero ha logrado (él o sus colaboradores) crear una atmósfera que funciona y un escenario que atrapa.

En realidad, eso han sido siempre las películas de Star Wars: películas en las que el escenario es el verdadero protagonista y donde las decisiones argumentales y estructurales se toman muchas veces no por necesidades narrativas, sino por imperativo estético. Casos como los del cañón láser con retroceso, los AT-AT con su evidente inestabilidad motora o los duelos a espada (aunque sea de luz) entre dos personas que pueden destrozar el cuerpo de su enemigo con la fuerza de su mente y sin mover un músculo.

Así que difícilmente puedo afirmar que La amenaza fantasma es una mala película. Y siempre me ha sorprendido que los que ahora echan pestes contra Lucas como director o guionista no fueran capaces de ver los mismos defectos de que adolece ahora en la película original (el rebautizado Episodio IV: Una nueva esperanza) aunque estuvieran allí evidentes para quien quisiera verlos.

Por otro lado Lucas siempre ha tenido en la punta de la lengua un argumento comodín que rebate buena parte de las críticas. Y es el hecho de que La amenaza fantasma no es en realidad una película, sino el primer tercio (el primer acto, como si dijéramos) de un film más largo que solo podrá ser juzgado una vez finalizado y visionado de una sentada. Juzgarlo aisladamente es como ver la primera temporada de Babylon 5 y concluir que estamos ante una serie que no está mal pero tampoco es nada del otro mundo.

La edición

Durante mucho tiempo Lucas afirmó una y otra vez que no editaría el Episodio I en DVD hasta que no se hubieran estrenado los dos que faltaban por rodar, decidido, suponemos, a exprimirle hasta el último centavo al ya agonizante VHS. También se comentó que estaba preparando su propio formato de video-disco digital y que lanzaría sus productos en ese nuevo formato, dispuesto a barrer él solo al resto de la industria.

Al final, sin embargo, la realidad impone sus normas. Por muy Lucas que seas, es difícil luchar contra un formato que, bueno o malo, se está convirtiendo en un estándar (si viviéramos en un mundo ideal, hoy en día nuestros magnetoscopios caseros usarían el Beta o el 2000, en lugar del cochambroso VHS). Supongo que también ha visto que al soporte magnético le quedan menos de dos afeitados y que no tiene sentido seguir exprimiéndolo.

Así que aquí la tenemos: La amenaza fantasma en DVD con su inevitable frasecita-reclamo de "inicia tu colección de Star Wars en DVD con el Episodio I" que le hace a uno exclamar: "Y las otras, ¿para cuándo?". Una edición impecable, por supuesto (no en vano la película ya fue rodada originalmente en formato digital) y con la sorpresa de que es casi, casi, lo mismo que hemos visto en el cine. En un momento en que las películas aprovechan la mínima oportunidad para ofrecer minutos tras minutos innecesarios de nuevo material, ediciones especiales interminables, o director's cut sin ningún sentido, resulta curioso que Lucas haya renunciado a hacer algo así y, con muy bien tino, se haya limitado a ofrecer prácticamente el mismo producto que en las salas cinematográficas. La salvedad son un par de secuencias apenas alargadas de las cuales la primera no deja de ser un capricho del director (como él mismo reconoce) y la segunda llena un hueco que habíamos echado en falta en su momento: una buena panorámica de Coruscant a la luz del día.

Como no podía ser menos, si tenemos en cuenta que posiblemente hasta a las producciones de la Troma se les exigen comentarios del director, la película nos ofrece la posibilidad de un visionado mientras escuchamos al propio Lucas, al productor Rick McCallum a los encargados del sonido y los efectos visuales. Comentarios en general atinados, que explican aspectos interesantes del rodaje de la película o aclaran puntos oscuros que uno podía intuir pero de los que no tenía una confirmación explícita.

Especialmente revelador resulta el momento en el que Lucas, sin decirlo con esas palabras, afirma que el verdadero causante de la caída de Anakin en el lado oscuro de la Fuerza no es otro que Obi-wan Kenobi, posiblemente el personaje más paradójico de la saga, por cuanto no es más que un pequeñoburgués sin otros deseos que defender el establishment y condenado a ser el discípulo de un rebelde y el maestro de otro. Afirmaciones como esas hacen que uno no pueda por menos que esperar con impaciencia (y con miedo, por qué no) el estreno del Episodio II.

Los extras

Esta edición de La amenaza fantasma viene en dos discos. El primero, como ya comentamos, incluye la película (en inglés y en castellano y con subtítulos en ambos idiomas) que podemos ver tal cual o escuchando (o leyendo) los comentarios de cuatro de sus principales responsables.

El segundo disco está íntegramente dedicado a los extras, y en él Lucas ha decidido tirar la casa por la ventana. No solamente muestra uno de los making of más completos que he visto (comparable al de Abyss o el de El padrino) sino que ofrece la oportunidad de ver las secuencias eliminadas del montaje original.

Bueno, me diréis, eso es normal. Pero lo que no resulta tan normal es que esas escenas se muestren tal y como las veríamos si hubieran sido incluidas en la versión cinematográfica. Es decir, Lucas no se ha limitado a editar lo rodado con actores frente a una pantalla azul, sino que ha hecho que la ILM complete los efectos especiales de esas secuencias, con el resultado de que lo que vemos es un producto acabado que podría insertarse sin ningún problema en su lugar correspondiente. Cierto que esos efectos tienen que haber salido más baratos que los producidos para la pantalla de los cines (al fin y al cabo, la resolución necesaria de los CGIs es mucho menor para la televisión), pero pese a todo el esfuerzo por ofrecer a sus fans un producto digno y bien acabado es muy de agradecer.

Se completan los extras con los habituales trailers y spots televisivos; una galería de fotos y otra de pósters en diversos idiomas; un documental sobre los efectos especiales de las secuencias eliminadas; varias secuencias multiángulo; cinco cortometrajes sobre diseño, vestuario, efectos, escenas de lucha; doce más que detallan la crónica del rodaje de la película; un vídeo musical; una promo sobre el juego Star Wars: Starfighter (incomprensiblemente sin subtitular); y, por supuesto, el indispensable contenido en DVD-ROM para aquellos que tengan unidad de DVD en su ordenador.

Volviendo al making of y como ya dije antes, es uno de los más completos que hasta ahora he podido ver: en realidad es casi un diario pormenorizado del rodaje de la película, comenzando con Lucas escribiendo el guión y finalizando con el momento en que se sienta a escribir el del siguiente episodio: anécdotas de rodaje, momentos difíciles, reuniones de trabajo con los encargados de los efectos, John Williams grabando la música en los estudios de Abbey Road, Ewan McGregor disfrutando como muchos quisiéramos con su espada de luz, el casting intensivo para elegir al niño protagonista o los cameos múltiples de buena parte del equipo técnico (incluido el productor) como personajes sin diálogo, hasta llegar al momento del estreno donde los dos primeros fans que entran en el cine se arrodillan y besan en suelo para luego desenfundar sus improvisadas espadas de luz y echar a correr hacia sus butacas. Al contrario de lo que estamos acostumbrados a ver es un making of que hace honor a su nombre y no se limita a ser poco más que un reportaje promocional.

Resumiendo, podríamos decir que, si bien La amenaza fantasma no fue la película de Star Wars que muchos esperábamos, no cabe duda de que su edición en DVD sí cumple con las expectativas y aprovecha al máximo las posibilidades que el soporte ofrece.

Archivo de Visiones Digitales