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Alfonso Merelo Series de televisión
La Bola de Cristal
Alfonso Merelo




Tan muertos como yo

Título original: Dead like me
Creada por Bryan Fuller
Musica: Stewart Copeland
Interpretes: Ellen Muth (Georgia "George" Lass), Callum Blue (Mason), Laura Harris (Daisy), Jasmine Guy (Roxy), Britt McKillip (Reggie Lass), Mandy Patinkin (Rube), Cinthya Stevneson (Joy), Greg Kean (Clancy Lass) Christine Willes (Delores Herbig)
Dos temporadas emitidas, 26 episodios. Actualmente en emisión en USA
Emitida en España por el canal de pago Calle13

Tan muertos como yo

La muerte, uno de los extremos de la vida, que diría Mafalda, ha fascinado siempre al ser humano. Dado que es el último acto consciente del ser humano y, que sepamos, nadie ha regresado después de morir de verdad (las reanimaciones médicas no valen), no es extraño que nos sintamos atraídos y repelidos por lo que significa y sobre todo lo que conlleva. A este respecto se han dado muchas explicaciones ya no de la muerte, sino de lo que pasa después. ¿Necesidad de vencer los temores a la desaparición? Tal vez.

Tan muertos como yo basa su eje narrativo precisamente en la muerte. Una muerte que se reviste de casi todos los tópicos de la cultura judeocristiana. Existen las almas, existe algo que puede ser Dios, existe el paso a la otra vida en una transición con una percepción absolutamente física y existen también unos guías (¿ángeles de la guarda?) que ayudan a los que mueren a pasar al otro lado. Y por supuesto existen asimismo demonios, con una apariencia muy parecida a los gremlins, que provocan accidentes que conducen a la muerte.

Una serie que empieza matando a la protagonista merced al impacto de la tapa de un water de la estación orbital MIR tiene, en principio, que tener algo interesante. Por cierto, ¿la MIR tenía water? Y si lo tenía, ¿tenía tapa? Interesante discusión para los amantes de la cf hard. La serie se aleja de convencionalismos y los guionistas reelaboran la mitología con unos toques de humor negro y de imaginación más que interesantes.

Tan muertos como yo

La protagonista es una semidesconocida Ellen Muth (su primer trabajo cinematográfico fue encarnar a la joven Selena en la película Dolores Claiborne) que interpreta el personaje de Georgia Lass, "la chica de la tapa del water", como es conocida en referencia a su accidente. Después de su fallecimiento es rescatada por un personaje extraño, Rube (Mandy Patinkin, el inolvidable Íñigo Montoya en la también inolvidable La princesa prometida), que le comunica que ha sido elegida para una misión que consiste en atrapar, mediante un leve toque, las almas de las personas que va a morir justo antes de que se produzca el fallecimiento. Posteriormente guiarán el alma hacia otro lugar, al que nunca se hace referencia explícita, pero que se intuye es el cielo o el infierno. Los guías adoptan un aspecto diferente al que tenían en vida y ayudan como pueden a sus patrocinados moribundos. Lo que diferencia a estos guías de los tradicionales ángeles de la guarda es que, por ejemplo, han de trabajar para vivir. El humor negro que se intuye en toda la serie hace que los protagonistas no tengan reparos en robar a los muertos o apoderarse de sus casas una vez que éstos han desaparecido. Los encargos para salvar las almas se trasmiten mediante vulgares post-it, que el jefe de equipo, Rube, se encarga de pasar a sus pupilos.

La serie es original y divertida, con un sarcasmo sobre los mitos de la muerte que resulta de agradecer. Desde los títulos de crédito (la típica imagen de la muerte con su guadaña, pero en un entorno normal de trabajo: se divierten, juegan al baloncesto con su instrumento de trabajo o se comen un bocadillo mientras que ven pasar a una secretaria minifaldera) se adivina que vamos a disfrutar de una serie de situaciones a cuál más surrealista y en algunos casos divertidas.

Tan muertos como yo

Al contrario que A dos metros bajo tierra, la excelente serie que también habla de la muerte, ésta se inclina mucho mas por las explicaciones (relativas) fantásticas y desdramatiza mucho el hecho de la muerte. Los personajes principales viven una vida, podríamos decir que normal, al margen de su trabajo secundario, que casi parece un hobby. Tienen sus problemas personales, de trabajo, de amor o de familia, que solventan de una manera muy mortal, pese a que ellos son inmortales. La propia George intenta mantener una relación con su familia viva, sus padres y una hermana pequeña, a la que intenta ver, seguir y aconsejar, pese a que una y otra vez se le repite que le está prohibido. Se podría decir que estos guías están siendo castigados, sirviendo de enlace entre la vida y el mas allá, pero purgando una vida espectral más larga por algún tipo de pecadillo cometido en su primera existencia. Aunque saben que hay un mas allá real, al que van sus protegidos, a ellos les es vedado este acceso, al menos durante un tiempo que puede ser prolongado. ¿Recuerdo del Purgatorio católico? Seguro.

Está basada, ligeramente, en una novela de Piers Anthony titulada Sobre un pálido caballo (Acervo Ciencia Ficción nº 85), aunque en este caso el número de guías es mucho mayor que en la novela, en la que sólo es uno.

Tan muertos como yo es una serie recomendable para pasar un rato divertido y de paso reflexionar sobre uno de los grandes misterios de la vida: paradójicamente, la muerte.


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