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Alfonso Merelo Series de televisión
La Bola de Cristal
Alfonso Merelo




Starhunter

22 episodios de 45 minutos cada uno (una única temporada)
Emisión en España: Calle 13 en 2002-2003
Productor ejecutivo: Stefan Jonas
Musica: Robert Duncan & Donald Quan
Protagonistas
Michael Paré: Dante Montana
Claudette Roche: Lucretia Scott
Tanya Allen: Percy
Murray Melvin: Caravaggio
Steven Marcus: Rudolpho
Creada por Constance M. Burque

Starhunter

Las series de televisión norteamericanas se pueden dividir, muy maniqueamente, lo advierto, en dos clases: americanadas y americanadas con toque europeo. La americanada sería aquella serie que defiende a ultranza y sin tapujos el american way of life. Es decir: somos los mejores, los más guapos, los más chulos y además yo, y sólo yo, soy capaz de resolver cualquier situación. Es, en definitiva, una defensa a ultranza del individualismo. En estas series, las americanadas, se suelen desarrollar unos guiones muy lineales, en los cuales el espectador es capaz de identificar rápidamente lo que está bien y lo que está mal (el bueno y el malo). La acción y la aventura es muy visual, y sin recovecos que hagan pensar excesivamente. En el segundo tipo se permiten un toque de qualité, donde el espectador debe implicarse un poquito, y en los que los personajes evolucionan, siquiera mínimamente, hacia unos comportamientos cambiantes en función de sus circunstancias Entre las primeras se encontrarían algunos Star Trek (la serie original o cualquiera de las primeras temporadas de sus secuelas) o, por ejemplo, Corrupción en Miami y McGyver, fuera del ámbito de lacf. Ejemplos del segundo tipo dentro de la ciencia ficción serían Babylon 5 o El prisionero (ésta es muy antigua y británica, pero...), y, fuera del ámbito fantástico, podríamos tener en cuenta El abogado o Hill Street Blues.

Starhunter

Starhunter es una serie que participa en cierta medida de esos toques, que la hace diferente de la americanada pura y dura. En primer lugar es una coproducción entre varias productoras televisivas mundiales, incluyendo canadienses, británicas y Canal + Francia. Esto hace que el elenco de guionistas tenga diferentes puntos de vista, ya que pertenecen a diversos países, lo que produce unos guiones quizás más difíciles de entender pero desde luego mucho más atractivos, en un principio.

Estamos en un futuro, concretamente en el año 2275. La Tierra, fruto de una masiva contaminación y agotamiento de sus recursos, está casi deshabitada. Sólo unos pocos millones de personas viven aquí en precarias condiciones, sobre todo científicos y técnicos que intentan regenerar el medio ambiente. Las colonias se han extendido por el sistema solar. El nombre starhunter se refiere a un cuerpo de cazarrrecompensas que se dedican a la captura de criminales evadidos. Uno de ellos es el protagonista de la serie, el capitán Dante Montana. Este hombre dispone de una nave espacial en alquiler (ya que pertenece a un curioso personaje llamado Rodolfo), El Tulipán, gobernado por una inteligencia artificial de nombre Caravaggio.

Las aventuras que correrán El Tulipán y su tripulación, a la que pertenece la sobrina de Dante, Percy, y una jefe de armamentos, Lucrecia, no serán, como podría parecer en un principio, sólo y exclusivamente la caza y captura de criminales, sino que se verán inmersa en un conspiración de dimensiones cósmicas.

Starhunter

Al parecer existe dentro del ADN humano cuatro genes, el Divine Cluster o Grupo Divino, que permiten a las personas evolucionar hacia formas más perfectas de vida. La sospecha fundada de que este Grupo Divino ha sido inducido por inteligencias extraterrestres hará que el capitán Montana se enfrente a la aventura de buscar respuestas a este enigma. Como toda serie con héroe, ha de existir una contrapartida que le complique la existencia al protagonista. En este caso se trata de una organización denominada La Orquídea (como puede observarse, en la serie se dan connotaciones muy floridas).

Éste es el planteamiento, en esencia. Nos encontramos con una serie que puede verse como un todo y en la que los capítulos están interrelacionados, lo que produce que en determinados episodios se pueda perder el hilo de la trama si no hemos visto los anteriores (esto se soslaya con un par de episodios resumen, para los despistados).

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Respecto a los personajes, hay que hablar del capitán Montana, traumatizado por el secuestro de su hijo, diez año atrás, a manos de un grupo de rebeldes a los que se denomina piratas, en inglés Raiders. La búsqueda del hijo perdido será un hilo conductor de todos los episodios, que se resolverá al final dela serie. Uno de los problemas que lastra la serie es la inexpresividad absoluta de Michael Paré, el capitán Montana. Este actor, que ya fue visto en la película El experimento Filadelfia, realiza lo que supone la negación de cualquier actuación: mantener la misma cara independiente de que lo estén intentando asesinar o que se esté tomando un café. La sobrina de Montana, Percy, es un trasunto del oficial Scotty de Star Trek, o del insufrible Wolenczak de Seaquest DSV. Genial adolescente capaz de reparar cualquier avería del Tulipán, se verá sometida a los problemas de los adolescentes, viviendo en una nave con adultos y sin contactos con sus coetáneos. El personaje más contradictorio es Lucrecia. Hija de un líder de La Orquídea, se verá dividida entre la obediencia a las manipulaciones de su padre y la fidelidad sus compañeros y amigos. Y por último un personaje muy interesante, Rodolfo: este personaje aparece siempre enviando un mensaje al principio de cada episodio, donde filosofa sobre lo que se le ocurre. Es un comerciante manipulador que por pura especulación mercantilista comprometerá en muchas ocasiones a su tripulación.

Otro rasgo diferenciador de Starhunter es la ausencia de un gobierno fuerte en el sistema solar. Existe una federación Tierra-Luna, con sede en éste satélite, pero realmente quien manda en la sombra es la organización La Orquídea. El estado parece haber derivado hacia una forma extrema de privatización, en la que, como rasgo característico, la policía apenas existe y los cuerpos de seguridad privados hacen el trabajo. Los starhunters, sin ir mas lejos, pertenecen a las empresas privadas. El sistema solar se configura en una serie de colonias independientes, con relaciones comerciales entre ellas. Estas colonias están repartidas en Venus, Marte, Júpiter y Saturno.

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Respecto a la ambientación general, resulta muy poco al uso. Tomemos, por ejemplo los diseños de las naves. El Tulipán se asemeja a un catamarán, con unas curiosas ruedas girantes en cada uno de los lados, parecidas a las de los barcos de paletas que surcaron el Mississippi. El puente de la nave tiene unas ventanas similares a vidrieras y los decorados de los camarotes son asimismo barrocos y recargados, primando las citadas vidrieras en las paredes. El diseño de vestuario no se esfuerza demasiado en anticipar una moda diferente para dentro de tres siglos. Se recuperan trajes de chaqueta sin corbata y poco más. Respecto a la ambientación en la vida cotidiana, algunos episodios nos muestran bares, y éstos no se diferencian demasiado a los que podemos ver actualmente. Si acaso, se han sustituido las máquinas del millón -¿siguen existiendo, no?- por videojuegos holográficos. Por supuesto estos bares tienen una barra, banquetas, sillas y mesas, elementos que no puedo llegar a imaginar que pudieran desaparecer, por muy en el futuro que estuviéramos.

La parte técnica muestra un resultado bastante correcto. La infografía usada produce un realismo convincente. Las batallas, que las hay, están desarrolladas con un buen ritmo y, gracias a estos efectos, nos encontramos ante una seria brillante en el plano visual. Destacar también que el formato de emisión es el de 16:9, suponemos que para adaptarla a los formatos europeos, que da una proporción de pantalla similar a la del cine.

La serie no ha gustado a los televidentes, tal vez debido a la propensión de los episodios a mantener una línea argumental que se continúa. Estos continuarás hacen que el espectador ocasional pueda perder el hilo y no quede enganchado. También puede deberse a la no-linealidad de los personajes. Éstos tienen matices cambiantes -el toque de qualité- y hace difícil considerarlos como receptores de la atracción del público, sobre todo el norteamericano. Ya sabemos que si la serie no triunfa, al menos moderadamente, en USA no hay nada que hacer. Recordemos pifias como Espacio 1999, demasiado intelectual, que tiene narices la cosa, para el gusto del espectador medio americano. Es por ello que sólo ha durado una temporada y, aunque se ha dejado un final semi-abierto, por si las moscas, el episodio final es lo suficientemente claro para concluir dignamente los episodios.

A partir del domingo 15 de marzo de 2003, Calle 13 comenzó la reemisión de todos los capítulos.

En la próxima entrega: Embrujadas (Charmed).


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